Cuevas fecundantes

Una de los lugares más conocidos del municipio son las cuevas fecundantes. Hay una en Blecua y tres en Torres. Es posible recorrerlas por una ruta que las une.

Ante todo, la piedra es siempre la misma, subsiste. Por ello la piedra impresionó vivamente la imaginación del hombre primitivo, quien además le atribuyó fuerzas y virtudes mágicas según su emplazamiento. Por esto las adoró, y este culto se extendió por toda la tierra y, todavía hoy, persiste en muchas culturas y pueblos debido a su íntima dependencia con el culto a la tierra y a la fecundidad. La piedra es el símbolo de la firmeza y de la cohesión de la tierra misma.

Su historia

Mucho antes de haberse formado las comunidades neolíticas, el hombre prehistórico ya había divinizado la piedra y descubierto el uso del sílex en el territorio que hoy conocemos como Altoaragón. Es precisamente en este territorio donde se conserva un culto a la piedra único en el mundo, aunque su práctica debió de estar extendida. Se trata de una serie de piedras que emergen de la tierra y actúan como meros condensadores de las fuerzas telúricas que polarizan la tierra, y que fueron manipuladas por la mano del hombre en la noche de los tiempos para convertirlas en templos sagrados a la fecundidad, plasmando en ella sus conocimientos ginecológicos.

A ella acudían las mujeres estériles para tornarse fecundas, al igual que los hombres con problemas. Por ello, desde tiempos antiguos, la Iglesia fue mortal enemiga de estas costumbres que tachó como "supersticiones" y en el Concilio Celebrado en Zaragoza el año 380 fulminaron estas prácticas y culto con severas censuras, "anatema sit veneratoribus lapidum ". Pero el hombre aragonés siguió dándoles culto en una reacción primigenia ante aquello que le había dado la fecundidad. Los relatos sobre su origen nos llevan, pues, a tiempos ancestrales, pero el uso, al mismo ayer.

Esta piedra, podemos situarla dentro de la morfología de las llamadas “Piedras fecundantes” que se encuentran sobre la geografía altoaragonesa ( Ayera, Velillas, Ibieca, Torres, Fañanás, Argavieso, Sesa, Tramaced, Piracés).

Las más características son la siguientes:

  • Agujero Mazú

A esta cueva fecundante se llega desde Torres de Montes por la carretera hacia Pueyo de Fañanás; está próxima a la ermita de Santa Ana. Se accede por una embocadura amplia a la cámara principal, de tres metros de diámetro.

  • Cueva de las Criatas

Se puede caminar esta cueva artificial desde el núcleo de Blecua.