Edificio de sillería y ladrillo, su construcción es de una nave con cabeza poligonal y capillas laterales entre contrafuertes, que al exterior marcan volúmenes más bajos. La nave central, el presbiterio y las capillas laterales, se cubren con bóveda de lunetos. Los vanos de iluminación son de arco rebajado. De ellos, hay uno al mediodía y otro en el muro de los pies.
En la sacristía, la bóveda es plana y de crucería en el tramo que corresponde a la torre. Posee coro en alto a los pies, sobre lunetos. El acceso es mediante arco de medio punto que se protege al interior por cancel de cuarterones y al exterior con un pórtico cubierto con bóveda vaída, estando abierto al frente bajo arco de medio punto enmarcado con una moldura que se apoya en las impostas. Se cierra mediante una reja cancela que lleva la fecha de 1815.
La torre campanario en cabecera al lado de la epístola, está construida con sillería en sus cuatro cuerpos. Los tres primeros son de planta cuadrada y el último de planta octogonal, con las aristas achaflanadas con pilastras. En este último cuerpo, existen cuatro vanos en la parte baja de unos paños, alternando con otros cuatro en la parte alta de otros. Yuxtapuesto, tiene un garitón para facilitar el acceso a la galería de arquillos que hay en torno a este cuerpo, que se remata por un casquete semiesférico.
El edificio posee en su exterior contrafuertes en el ábside, al igual que en el primer tramo de la nave. Bajo el alero, presenta galería aragonesa de arquillos, con dos nervaduras longitudinales que surcan todo el largo de la galería, obtenido por una hilada de ladrillos resaltados, característica mudéjar de la comarca de Calatayud. Sus arquillos, algunos de ellos cegados, necesitan una buena atención y restauración.
La cubierta vuela sobre una gran cornisa a modo de alero, compuesta por cinco hiladas de ladrillos de las cuales tres están dispuestos a tizón y mantienen entre ellas, las dos hiladas restantes dispuestas en esquinilla con dos direcciones o grados. Esta cornisa, cuando llega a la parte correspondiente a la galería de arquillos cambia, pasando a ser de tres hileras de ladrillos dispuestos a tizón que mantienen entre ellas, dos hiladas de tejas invertidas formando un friso de acanaladuras.